viernes, 7 de enero de 2011

Internacional

Declaradas inocentes tras dieciséis años en prisión

Haley Barbour, el gobernador del estado de Mississippi, puso ayer en libertad a las hermanas Scott, Gladys y Jamie, bajo la condición de que una le done un riñón a la otra. Ambas cumplían cadena perpetua en una prisión federal de Pearl por el robo a mano armada que cometieron en el 1993, donde obtuvieron once dolares de botín. La razón por la que han sido liberadas es que el tratamiento de diálisis de Jamie era una carga financiera para el estado.
 

Las hermanas Scott en el momento de su puesta en libertad.

Las hermanas fueron condenadas por un jurado a dos cadenas perpetuas por tenderles una emboscada a dos hombres, que las llevaban a un club nocturno en Mississippi, con el objetivo de que tres adolescentes les asaltaran y les atracaran. Ninguna tenía antecedentes y las víctimas del robo no sufrieron daños, factores por los que, en la mayoría de los casos, los delincuentes son puestos en libertad pasados unos años. Ahora, tras pasar los últimos 16 años de su vida en la cárcel, han sido puestas en libertad. Esto no lo ha conseguido el lobby de la comunidad afroamericana, que lleva desde 1993 pidiendo clemencia por considerar la pena impuesta exagerada, sino que ha sido la enfermedad de Jamie la que lo ha logrado. La mujer, de 38 años, supone una gran carga económica para el Estado de Mississippi. Sus riñones no funcionan bien y tiene que someterse a un tratamiento de diálisis tres veces a la semana, lo que le suponía al sistema de prisiones 200.00 dolares (154.000 euros) al año.

El gobernador republicano insiste en que “las dos hermanas ya no suponen un peligro para la sociedad” y que esta puesta en libertad “no es una cuestión de Justicia sino humanitaria y de costes”. Esto ha abierto el debate a nivel legal y ético. La condición para la libertad de las hermanas es que Gladys done uno de sus riñones a Jamie, algo que está prohibido en EE.UU puesto que sus leyes recogen que la compraventa de órganos y el forzar a su donación están penados. Además, al ser un proceso voluntario el donante siempre tiene derecho a echarse atrás. Si esto ocurriera no se sabe qué pasaría con las hermanas Scott. Según los expertos en la materia, aún falta por aclarar una cuestión técnica, pues todavía no se han hecho las pruebas de compatibilidad entre las hermanas. 



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